Rosario Athié [1]

John Henry Newman nació en la ciudad de Londres, Reino Unido, el 21 de febrero de 1801. Es el mayor de seis hermanos, hijos del banquero John Newman y de Jemima Fourdrinier, quienes los bautizaron en la Iglesia Anglicana.

El primero de mayo de 1808, ingresa en la Escuela de Ealing, donde el Director del plantel lo consideró el mejor alumno que hubiera pasado por sus aulas.

El 8 de marzo de 1816, su padre sufre una crisis financiera que le obligó a vender sus posesiones y reducir considerablemente el gasto familiar.

Durante el curso escolar de 1816, Newman recibió la influencia evangelista del Rev. Mayers y experimenta una profunda conversión espiritual en la que decide tomarse en serio su relación con Dios, definiendo que lo único importante para él a partir de ese momento serí­a Dios y su alma.

El 14 de diciembre de ese mismo año, se matricula en Trinity College, Oxford, con gran esfuerzo por parte de su familia. Su padre tení­a la ilusión de que su hijo mayor fuera abogado. Cursó bien sus estudios, pero decide hacerse clérigo anglicano y dejar la abogací­a. Continuó sus estudios en el mismo College.

El 12 de febrero de 1822, es elegido Fellow de Oriel College tomando en consideración su gran talento. Este cargo académico le facilitó los recursos económicos que necesitaba, le acercó a un grupo de intelectuales destacados en el ámbito filosófico y teológico de Oxford y le ofreció el medio para influir positivamente en sus alumnos.

El 16 de mayo de 1824, trabajó temporalmente en la parroquia de San Clemente, con el fin de darse cuenta en qué consistí­a el trabajo propio de un clérigo.

El 13 de junio de 1824, recibe la ordenación diaconal en la Iglesia Anglicana. En septiembre de ese mismo año, muere su padre a consecuencia de las preocupaciones económicas. Newman se hace cargo de sacar adelante los estudios de sus hermanos y el sustento de su madre y sus hermanas.

En 1825, colaboró con artí­culos sobre Cicerón, los milagros y Apolonio de Tyana, para la Enciclopedia Metropolitana, en medio de su trabajo pastoral y docente. El 29 de mayo de ese mismo año, es ordenado sacerdote anglicano. A pesar de la costumbre de la clerecí­a anglicana de tomar esposa, y particularmente en esos momentos, él decide dedicar su tiempo y su corazón por completo al ministerio, viviendo el celibato por el Reino de los Cielos.

El 21 de marzo de 1826, fue nombrado Tutor de Oriel College, con un mejor sueldo y una mayor influencia académica entre sus colegas y alumnos.

Entre los meses de octubre y noviembre de 1827, le aqueja una grave enfermedad que le hace temer por su vida. Al año siguiente, el 5 de enero de 1828, muere repentinamente su hermana menor, Mary, de un apendicitis. John Henry tení­a gran afinidad con ella por lo que sufrió aún más que con la muerte de su padre.

El 8 de diciembre de 1832 se embarca hacia Italia con los Froude, padre e hijo. De esta manera conoce Roma y otros lugares de interés, impresionándole grandemente la solidez que manifestaba la Iglesia Católica Romana aun en sus edificios. Permanece en Italia varios meses donde enfermó de nuevo. Volvió a Inglaterra decidido a dar solidez doctrinal a la Iglesia Anglicana. Su amigo Hurrell Froude pertenecí­a a la High Church[2], y tenía la costumbre de rezar el breviario de los sacerdotes católicos, siendo sacerdote anglicano, pues ambos amigos tení­an un gran deseo de promover una liturgia más piadosa. Hurrell murió al poco tiempo y le heredó a Newman su breviario.

El 14 de julio de 1833, fundaron el Movimiento de Oxford, Newman, John Keble y Edward B. Pusey. El modo como dieron difusión a sus propuestas fue publicando unos pequeños folletos llamados Tract of the Times. Con estas publicaciones, los miembros del Movimiento daban a conocer de manera sencilla las conclusiones de sus investigaciones teológicas; continuaron hasta 1841.

El 8 de julio de 1833, Newman publicó su primera obra: Los arrianos del siglo IV, lo que muestra sus investigaciones sobre los debates sobre temas cristológicos y las respuestas a las herejí­as basado en el estudio de los Primeros Padres de la Iglesia.

Entre los años 1834 y 1834, trabajó en una explicación sobre la verdadera Iglesia de Cristo. La solución dada en La ví­a media de la Iglesia Anglicana era que la Iglesia original tení­a tres ramas: la Anglicana, la Ortodoxa y la Católica Romana.

Los sermones compendiados bajo el tí­tulo Parroquial and Plain Sermons los escribió entre los años 1834 y 1842, en los que se recoge su predicación como párroco de la Iglesia de St. Mary’s en Oxford, cargo que ocupó desde 1828. Este nombramiento era un reconocimiento, no sólo a su ministerio, sino a su capacidad intelectual pues sus sermones debí­an tener una alta calidad académica. La parroquia atendí­a tanto a los miembros del claustro de la Universidad de Oxford, como a los habitantes de las poblaciones de Oxford y Littlemore, de humilde condición.

En 1838, publicó dos obras que también eran compendio de su trabajo académico: Lectures on Prophetical Office of the Church y Lectures on Justification.

Con la guí­a del estudio y profundización de los escritos de los Primeros Padres de la Iglesia, Newman fue dándose cuenta que la Iglesia Anglicana no habí­a conservado í­ntegro del depósito de la fe que habí­a recibido la Iglesia primitiva, por lo que pasó por una crisis respecto a sus convicciones religiosas entre los años de 1839 y 1841, lo cual comenzó a vislumbrarse en sus escritos, particularmente en los Tract. Hasta que al escribir el Tract 90 recibió una amonestación de parte de su obispo.

En abril de 1842 le pidió permiso a su obispo de pasar una temporada de oración y estudio para retirarse a Littlemore, a nueve kilómetros de Oxford. Con un grupo de amigos que pasaban por una situación similar, conforma una especie de comunidad. Mientras tanto, muchos de sus alumnos que habí­an seguido el proceso intelectual de su profesor, avalado por la profundizar en la doctrina de los Padres de la Iglesia, habí­an decidido incorporarse a la Iglesia Católica Romana.

En Littlemore pasó Newman más de tres años. Ahí­ revisó los Sermones universitarios y Ensayo sobre los milagros. El 18 de septiembre él es removido de su cargo como párroco de St. Mary’s.

El año de 1844, fue un año muy atormentado, pues teniendo claro desde el punto de vista teológico que la única Iglesia que habí­a conservado í­ntegra la doctrina de Cristo era la Iglesia Católica Romana, mantení­a una serie de objeciones sobre las prácticas piadosas y el papado. Ese mismo año escribió y publicó La vida de los santos ingleses.

Un trabajo de investigación notable durante sus años en Littlemore fue El desarrollo del dogma, en el que fue mostrando la unidad entre el depósito de la fe y la necesidad de definir dogmas por motivos pastorales concretos, de manera que se fueran aclarando con precisión lo que la Iglesia ha creí­do desde el principio. Este trabajo resultó ser también una aportación para la Iglesia Católica Romana en el ámbito de la Teologí­a y concretamente sobre la Eclesiologí­a y la Dogmática. Terminó el libro en 1845.

El 8 de octubre de 1845, recibió en Littlemore la visita de Domenico Barberi, sacerdote Pasionista italiano. Newman habí­a despejado ya toda duda y le pidió que escuchara su confesión general y en los albores del dí­a 9 de octubre hizo la profesión de fe en la Iglesia Católica Romana. El 22 de febrero se trasladó a Oscott, Maryvale, donde se encontraba el obispo Wiseman para ponerse a sus órdenes y entregarle su escrito sobre el desarrollo del dogma con la disposición de que le objetaran; sin embargo, su investigación no tení­a ningún inconveniente respecto a la fe católica. El obispo lo envió a estudiar a Roma, al Colegio de Propaganda Fidei junto con Ambrose Saint John, un discípulo suyo, converso, que habí­a compartido sus dí­as de estudio en Littlemore. La estancia en Roma fue de unos meses entre 1846 y 1847 con el fin de que completaran los estudios necesarios para recibir el orden sagrado. Newman se encontró con que sus estudios teológicos no eran superados por sus profesores y sólo con un jesuita halló con quien debatir.

El 30 de mayo de 1847, recibió la ordenación sacerdotal y celebró su primera Misa. El Papa Pio IX le sugierió que fundara en Inglaterra el primer Oratorio de San Felipe Neri, por lo que también pasó una temporada como novicio. Se trata de sacerdotes seculares, sin votos, que viven en comunidad para rezar y trabajar pastoralmente juntos. Este estilo de vida era similar a lo que Newman habí­a vivido en los college de Oxford y en Littlemore. Una vez que estudió los estatutos del Oratorio, se trasladó a su paí­s.

El dí­a 1º de febrero de 1848, fue la fecha de fundación del Oratorio de San Felipe Neri en Maryvale. Al año siguiente se trasladó con otros sacerdotes a Birmingham. Poco después publicó la novela Perder y ganar en la que, con notas autobiográficas, narra la conversión de un estudiante de Oxford.

Su obra Discourses Addressed to Mixed Congregations la publicó en 1849. Ese mismo año inicia otro Oratorio en Londres. En 1850 recibe una llamada de atención de parte de la jerarquí­a católica por un mal entendido que le hizo sufrir mucho. A pesar de todo, publicó también Lectures on Difficulties Felt by Anglicans y Lectures on Present Position of Catholics in England.Y recibe del Papa el título de Doctor en Sagrada Teología.

Al año siguiente, los obispos irlandeses solicitaron a Newman que promoviera la primera universidad católica en esa Isla. A manera de preparación, dictó nueve conferencias sobre su propuesta educativa: la naturaleza y fin de la universidad. Dichas conferencias las pronunció sucesivamente entre el 2 de noviembre de 1851 y el 12 de noviembre de 1958. El tí­tulo que los compendia es Discourses on Scope and Nature of University Education, que constituyen la primera parte de lo que más tarde tituló Idea of a University. Los Office and Works of University Newman los escribió entre 1854 y 1858, mismo años en que fue el Rector de la Universidad Católica de Irlanda. En 1856, publicó su segunda novela, Callista: A Sketch of the Third Century en la que expone la vida y las dificultades por las que pasaron los primeros cristianos.

En 1857, publica Sermons Preached on Various Occasions. En los dos años siguientes, 1858 y 1859, sufrió una serie de problemas por artí­culos publicados en la revista Rambler, de la que fue su editor ese último año. Entonces publicó también lo que serí­a la segunda parte de Idea of a University: Lectures and Essays on Uniersity Subjects, así­ como otro compendio de estudios teológicos: On Consulting the Faithful in Matters of Doctrine.

A partir de las dificultades en la revista, tomó la decisión de pasar oculto. Así­ se conocen sus años de silencio entre 1859 y 1864 hasta que las acusaciones públicas a su persona y sus correligionarios de parte de Charles Kingsley le obligaron a hacer también una pública defensa. Escribió por este motivo una serie de folletos en los que narraba la historia de sus convicciones religiosas y, en consecuencia, su personal proceso de conversión en el que hací­a ver su rectitud de intención en la búsqueda de la verdad. El resultado de este trabajo agotador, porque en ocasiones escribí­a hasta 18 horas seguidas, fue su Apologia pro vita sua, que le ganó la simpatí­a de muchos anglicanos de buena voluntad. Pero también dio pié a la serie de controversias que tuvo que mantener con miembros de la Universidad de Oxford.

En 1866, publica El sueño de Gerontio en el que habla de la muerte y la vida eterna. Entre los años 1868 y 1870, reflexiona sobre la certeza de la fe hasta la publicación de su Gramática del asentimiento, en el que explica el proceso gnoseológico por el cual se llega hasta el acto de fe.

En 1872, publica Historical Sketches y al año siguiente le publican la versión definitiva de The Idea od a University, Defined and Illustrated.

El año de 1874, lo dedica a hacer una detallada revisión de todas sus obras y escritos. En 1875 debe enfrentar a una nueva controversia con Gladstone. El fruto de tal polémica fue su obra sobre la conciencia: Letter to the Duke of Norfolk, donde se refiere también a la infalibilidad del Papa y los ámbitos a los que este principio se refiere.

Después de una vida en la que tuvo que enfrentar tantas controversias y dificultades, recibió el reconocimiento que mayor alegrí­a habrí­a de concederle, siendo nombrado Fellow Honorario de Trinity College, donde habí­a sido estudiante cincuenta años atrás, lo que le dio la oportunidad de volver a su amado Oxford con el reconocimiento de sus antiguos amigos y colegas.

Otro merecido reconocimiento le otorgó la Iglesia a la que habí­a servido la segunda mitad de su vida y el 12 de mayo de 1879 el Papa León XIII entrega su primer palio cardenalicio en la persona de Newman, nombrándolo cardenal diácono, tí­tulo honorí­fico por sus méritos. Dad su avanzada edad, no ejerció como tal ni se quedó a vivir en Roma. Su lema fue «Cor ad cor loquitur».

En 1884, publicó Obligations of Catholics Concerning the Inspiration of Scripture.

Pasó sus últimos años en el Oratorio que él fundó en Birmingham y murió, siendo ya muy anciano, el 11 de agosto de 1890. Se le enterró en Rednal, a las afueras de aquella ciudad donde había servido tantos años a los intelectuales y a los más pobres. En su epitafio dejó escrito: «Ex umbris et imagí­nibus in veritatem» (Pasó de las sombras y las imágenes, a la Verdad).

En 1991, fue declarado Venerable por Juan Pablo II, una vez que se comprobó que John Henry Newman habí­a vivido heroicamente todas las virtudes en grado heróico. En el año 2005, se le atribuyó y confirmó el milagro de una curación en la ciudad americana de Boston. El 19 de septiembre de 2010, fue beatificado por el Papa Benedicto XVI en Inglaterra, en medio de gran expectación dado que supone un acontecimiento histórico para la Iglesia Católica en Gran Bretaña. El día de su celebración en la Iglesia Católica se fijó el día 9 de octubre, fecha de su conversión. El segundo milagro reconocido se realizó en la ciudad de Chicago, lo que hizo posible que la canonización se llevara a cabo en Roma el domingo 13 de octubre de 2019.

[1] Profesora de Filosofí­a Social en la Universidad Panamericana (Guadalajara, México) durante 40 años. Presidenta y fundadora del Círculo Newman.

[2] Dentro de la Iglesia Anglicana existen tres tendencias: la High Church, que son los anglicanos cercanos a la doctrina católica; la Low Church, con una clara tendencia protestante; y aquellos anglicanos que viven una religiosidad oficial.

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