4. La apreciación del propio autor respecto de los Sermones Universitarios

4. La apreciación del propio autor respecto de los Sermones Universitarios

Los Sermones Universitarios fueron elaborados durante los años 1826, 1830-1832, 1839-1841, 1843. Una vez publicados, pronto volvería a revisarlos. El último sermón es el esbozo de la obra que redactó ente 1843 y 1845: Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, gracias al cual terminaría de despejar sus dudas sobre las supuestas corrupciones del catolicismo romano y le permitiría el paso decisivo a la plena comunión, en octubre de 1845. Poco después de esa fecha aparecía impreso el libro, esperado por muchos como la justificación intelectual de una conversión tan discutida por sus contemporáneos. Cuando estaba en preparación la traducción y publicación al francés del Ensayo, pensó que antes deberían publicarse en esa lengua los Sermones Universitarios porque “los lectores necesitan una preparación mediante el establecimiento de los principios a los que nosotros estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo” (Letters and Diaries XII, 5).

Antes de releerlos y de comentarlos con los teólogos romanos durante su estancia en Roma, escribió: “Siento curiosidad por saber cuál será mi juicio sobre mis Sermones Universitarios, una vez que haya estudiado a fondo el tema desde el punto de vista católico. Me parece que hay en ellos muchísimas verdades, pero me figuro que buena parte de estas verdades ya se hallan en el sistema católico actual. La probabilidad antecedente es el gran instrumento de convicción en materia religiosa, más aún, en todas las materias; esto es lo más importante entre lo que considero original, y lo tengo muy trabajado… Uso el término “probable” como opuesto a lo que ha sido estrictamente demostrado, y no como opuesto a certeza”.

Newman repasó atentamente el libro, cotejándolo con la doctrina católica sobre la fe. Su conclusión no puede ser más clara: “Ahora, después de leer estos sermones, debo decir que pienso que son en su conjunto lo mejor que he escrito, y no puedo creer que no sean católicos, ni que dejarán de ser útiles” (Letters and Diaries XII, p. 32; carta a Dalgairns, el 8 de febrero de 1847). En esa misma carta añade: “Quiero contribuir a la investigación sobre el tema y destacar importantes principios necesarios para la situación actual”.

El P. Perrone, S.J., el teólogo más prestigioso de la época, consideró que las ideas de estos sermones y las del libro sobre el desarrollo doctrinal eran aceptables dentro de la fe católica; sin embargo, en el mundo latino no fueron frecuentemente comprendidos. Newman continuó reflexionando sobre estos temas, y en el Ensayo sobre la gramática del asentimiento, publicado en 1870, vertió el resultado de su profundización al respecto. En sus últimos años, hacia 1885, Newman dijo que Los Sermones Universitarios podían servir a todos los creyentes, incluso a los no cristianos, pues muchos aspectos de la fe que allí estudia, son comunes a todas las confesiones.

 

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